martes, 14 de enero de 2014

Premio a la perseverancia

Las “guerreras” de waterpolo, se proclaman campeonas del mundo en Barcelona.

La selección femenina de waterpolo tras recibir la medalla de oro en los mundiales de Barcelona

De la mejor manera y en casa, la selección española femenina de waterpolo se ha convertido en campeona del mundo tras derrotar en la final a Australia (8-6), cerrando el círculo virtuoso que abrieron hace un año cuando se convirtieron en subcampeonas olímpicas en Londres.
Es la historia de un éxito compartido que se repite cada verano desde hace dos años. En 2011 fue el Mundial júnior de Trieste (Italia), donde empezó todo con un oro en el que nadie creía. El año pasado en Londres, donde sorprendieron al mundo del waterpolo y llegaron al segundo peldaño del escalón.
Fieles a su estilo. Salieron con el convencimiento de la victoria. Sabían que ellas iban a ser las estrellas de la noche y no fallaron. De hecho, las “guerreras” nunca fallan, ni siquiera en la derrota. Maica García fue la encargada de abrir el marcador.

El título es un premio de la perseverancia y al trabajo bien hecho. La demostración de cómo plasmar una idea y llevarla a la práctica. Una historia que empezó hace dos años y que año a año ha tenido continuidad. Cada verano, prácticamente un éxito, un campeonato mundial júnior, una plata olímpica y ahora el colofón, una medalla de oro. El equipo femenino de España sigue la senda del equipo masculino. Aquel que consiguió también un campeonato mundial, con Miki Oca, hoy en el banquillo, entonces en el agua. Esta es la historia de un éxito compartido que se repite cada verano. Trieste, Londres, Barcelona.

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